Un abrazo fuerte y afectuoso de saludo.
Nos honra y agradecemos tu atención y cariño.
Te pedimos que leas este texto desde tu corazón, ese espacio sensible, intuitivo y profundo en ti que hace eco a la razón, pues la incluye y ve más allá de esta: la trasciende.
Bienvenido un giro más en este magical mistery tour que la granDiosa vida nos regala. Esperamos que tú y todos podamos en este 2023 gozar de más verdad, más belleza, más bondad.
A nosotros nos alegra poder acompañarnos en este despertar espiritual, aún en medio de tan incierto y azaroso mundo tridimensional que, desbocado, juega a la ruleta rusa, ahora sí abocado a una rauda y urgida toma de consciencia de tan enorme poder de crear que como seres divinos somos y nos corresponde. En nuestras manos, las de cada quien, está nuestro destino, el de cada uno y el de todos como sociedad. Dicho con más propiedad, la magia está en nuestro saber y en las creencias más profundas que atesoramos. Mejor, hemos de andar caminos con coRazón.
Si bien todos queremos amar y ser amados, y buscamos gozar, no sufrir, cierto es que vivimos y nos representamos ante los demás según creemos conveniente. Incluso quien al (dejar de) decir o hacer algo parece buscar dolor, encuentra allí alguna satisfacción. Eso quiere decir que, en general, operamos desde el deseo. Ojo con lo que piensas y/o quieres, pues la vida replica: “Así como TÚ quieres (crees), YO quiero (creo)”, intentando plasmar y manifestar en este mundo tridimensional nuestra energía e información.
Suele haber una razón biográfica y también de beneficio por la cual hacemos lo que hacemos. Si ante cada investigación específica de sí mismo el psicoanálisis pregunta ¿Por qué? (causa biográfica), y el humanismo averigua ¿Para qué? (beneficio y motivo lógico), la psicoterapia transpersonal discierne ambas y añade: ¿Desde qué aspecto y lugar en ti? (ecología arquetipal).
Cada uno de nosotros conlleva en su mundo interior un enorme ecosistema vital de muchas fuerzas y pulsiones encontradas que van más allá del individuo. Es posible aprehender y diferenciar su riqueza. Incluso, para nuestro deleite y maravilla, podemos aprender a reconciliar y amistar las tensiones implicadas, todo en virtud de ganar, no control, sino confianza y libertad, no ideología sino fluidez. Y llevar a cabo ese proceso nos va informando de que, más que individuos separados, somos fractales en la trama de la granDiosa vida, gotas de un océano divino.
Jardinear el alma y nuestra vida nos exige reconocer y repasar la historia personal y familiar, incluido lo sufrido y lo gozado, la sexualidad, afectos y abundancia, etcétera; así como los motivos y beneficios (a veces oscuros) de nuestras ideas, costumbres y actos. Exige saber esas fuentes en nosotros desde donde brotan conductas y actitudes. Cada uno de esos detalles ha sembrado y siembra ecos en el ecosistema del alma, que, de unas u otras formas, obvias o sorprendentes, conviene apropiar para dejar de enajenarnos y de alimentar la ignorante víctima ancestral (¡!) que cargamos por herencia y que suele proyectar afuera al otro, al oponente, a lo divino, a la vida misma. Bucear y jardinear el alma da paso a una apropiación (serse dueño) que potencia aspectos emergentes de la vida que aspira a florecer por medio nuestro.
A menudo nos arrincona algún dolor o nos paraliza un miedo, y quizás nuestra mejor salida sea beber la copa de la humildad, con suavidad. Si bien somos esclavos de ideas y de emociones que nos limitan y que nosotros mismos, dándonos o no cuenta de ello, hemos cultivado y puesto allí, aun si después olvidamos su origen, incluso entonces está a nuestro alcance darse y donarse (perdonarse) limpiar el corazón. No logramos huir de las que han sido nuestras propias elecciones ni de las consecuencias de cada una de ellas, que nos siguen como la sombra sigue a su cuerpo. Hemos de creer e informar (dar forma) otras ideas, otras imágenes, otra energía si queremos generar y manifestar mejor magia en esta vida.
Como dice el budismo, El Buda está en cada abrir y cerrar de ojos.
Nada significa nada. Todo tiene el significado que yo le dé (Un Curso de Milagros).
Así que podemos aceptar el dolor en cualquier forma que se nos presente (tristeza, rabia, vergüenza…) y exhalar la sensación de estar en paz, de estar en paz acá, en paz ahora. Nuestra paz interior está a un pensamiento de distancia. Y la que es nuestra maya, es a la vez nuestra magia: ahí radica nuestro poder, nuestra libertad.
Somos seres enormes, a menudo mendigando migajas, bajo la pesadilla de un dios (¿religión?) o de una realidad (¿ciencia?) exógena que se nos opone. Entonces, recordar y vivir nuestra innata capacidad divina de soñar, jugar y cocrear, en virtud de reconocer e ir perdonando eso en nosotros que nos limita, para cultivar algo más bello, divertido y liberador, como confiar en que la granDiosa vida nos apoya, nos sostiene y bendice, es el don original de ser magos al que estamos despertando.
Bienvenido 2023 jardineros del alma, año Conejo de agua que nos invita a ser suaves y fluidos ante las enormes presiones y cambios, internos y externos que se avecinan.
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Herramienta

Meditación de la granDiosa vida
La meditación de la granDiosa vida busca que sintonices con tu capacidad co-creadora y con la responsabilidad que supone saberse creedor y por ende, creador de lo que experimentas.
Lo que vives, ¿lo soñaste con ilusión?, ¿imaginaste con terror que podría pasar?, ¿dudaste de poder alcanzar tus objetivos? Ojo con lo que piensas y/o quieres, pues la vida replica: “Así como TÚ quieres (crees), YO quiero (creo)”.
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Mito

Lila: el juego divino
Quiero resumir una mirada psicológica del mito de Lila, en el que el hinduismo esboza el genial “juego divino“. Juego divino en que Brahaman (principio omnipresente), gracias a su tremebunda y potente magia del maya -entiéndase magia-, olvida ser Él y, tal como si jugase a esconderse de sí mismo, se disfraza o viste de ser humano: sapiens sapiens, intelectualmente dotado, mas desconectado de la Fuente, del Uno.
Así, Brahaman yace durmiente en nosotros bajo el efecto de su propia dosis de amnesia u olvido. Y mientras tanto, nosotros vivimos nuestro pequeño gran sueño humano (tan doloroso y precioso, ¡¡psiquedélico!!), este drama en el que nos sentimos caídos, fragmentos de la unidad, arrojados de un momento para otro y sin darnos cuenta a este azaroso mundo, a oscuras de lo sucedido.
Gracias a nuestra inocencia ontológica, así como a nuestra responsabilidad psicológica (no moral), la religiosidad oriental no culpa ni amenaza. Más bien anima a meditar (deshacer acá ahora la ilusoria dualidad) y a ser compasivos, bondadosos. Y nos recuerda esclarecer nuestros sentipensamientos a modo de iluminar para qué y desde dónde en nosotros cultivamos nuestra existencia. A este juego divino Lila, el cristianismo llama la Caída y ve dualidad real, no solo aparente ni psicológica.
Como efecto de su juego divino, Brahaman olvida quién es, se disfraza de humano y pasa de ser presencia plena y no-dual (interpenetrada con e interconectada al campo-de-todo-cuanto-es) a existir (léase ex-estar, como si ex-pulsado) en este plano tridimensional, dual del ego humano, donde cada quien sueña y cocrea su mundo afectivo y simbólico (de grandeza, pequeñez y demás ilusiones).
Cierto que para reducir nuestro sufrir hemos de darnos cuenta de y admitir, primero que todo, el carácter de juego, sueño y/o danza divina de esta realidad, sin tomárnoslo demasiado en serio ni personal. Esto se deduce fácilmente al percatarnos de que no sabemos cómo fue que llegamos a este plano, ni qué pasará después de morir, pues trasciende nuestra comprensión y evidencia nuestra ignorancia. Además, podemos ir despertando, es decir superando la sensación de separación entre nosotros y nuestra vida para ganar el poder sentido de que la vida no es algo que nos pasa, sino una dinámica (sueño, juego, danza) en la que participamos y estamos implicados. El mito bíblico en que Adán y Eva comen del árbol de la ciencia del conocimiento y entran en un sueño también hace eco al hecho (psicológico) de estar soñando. Platón, el más grande filósofo que ha dado occidente, anunció una similar percepción de la realidad en su Mito de la caverna.
Entonces, en su divino juego Lila, Brahaman duerme y ensueña ser humano. Y nosotros, caídos y a merced de nuestra propia magia, olvidados de que somos brote divino e identificados con el drama y la historia personal, nos vemos islas, impotentes, víctimas frente al resto. Y para defendernos del dolor y del terror de tan tétrica ruptura y caída, ideamos estrategias que generan más dolor, más terror, y que añaden culpa. Así, gracias a esta magia innata legada de Brahaman, damos vida a todo un mundo imaginario y simbólico que nuestra mente corazón entretiene y valora, logrando crear lo que creemos. El pensamiento moldea y da forma a la energía.
Y como además Brahaman, según el hinduismo, se representa en el mundo y lo sacraliza (no denigra ni penaliza su obra), en este juego humano inocente, ignorante, no hay más castigo que los efectos de nuestras propias acciones y reacciones: karma, ley de causalidad. Nada, excepto nuestra propia agresión, pasión e ignorancia, se nos opone. Es karma –molino de acción y reacción– lo que hace girar los efectos del juego divino en nuestra vida.
El ejercicio de recordar nuestra esencia original avanza sin miedo ontológico, pues creer en un (dios) premio o castigo implica ser víctima. Acá el tema no es moral, sino de dolor. Es solo (!¡) un juego, Lila, y se jugará hasta que cesemos de creer lo que no deseamos creer y despertemos a la consciencia de ser Brahaman. Algo importante en esto es entender que el dolor no es enemigo y que puede incluso ayudar a despertar. Esta comprensión mengua el miedo al dolor, propio y ajeno.
Nuestra mente, como sexto sentido que es (¡!), en su fábrica de sueños de magia creadora, crea. ¿A qué juegas? ¿Qué eliges, mago, crear? Es la pregunta clave a recordar, en el corazón. En eso, el genio del mago radica en discernir y aclarar qué crea y cómo, qué desea y qué no. Y en saber leer entre los varios pliegues de sus propios deseos e ilusiones, algunos de ellos agazapados, sombríos, contradictorios, hasta serse franco, sin excluir nada, afinando la auto observación.
Pareciera que solo al reconocer la herida de separación, causa y raíz de nuestros demás dolores y miedos, podemos despertar a más consciencia para realizar que se es de la esencia de Brahaman. Y comprender que nada, salvo nuestra propia inseguridad y capacidad de saboteo, se opone al poder creativo que, cual luz de Prometeo, portamos. ¿Lo disfruté?, será la pregunta al final de esta vida. Y habiendo entendido el divino juego, hará aflorar una sonrisa cabal en nuestro corazón.
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La voz anfitriona
Conocí a Josema hace más de una década. Ya para ese momento él había puesto en marcha su proyecto visionario de acompañar a las personas en su búsqueda interior y quiso llegar a El Arca Verde, pues también tenía la claridad de que no habría mejor entorno que un espacio tranquilo y salvaje. Llegó Josema con el ánimo de traer a nuestra granja a quienes quisieran buscar un camino de sanación a través de las medicinas. Como éramos cercanos en estas exploraciones, lo entendimos; lo respeté y apoyé desde entonces. Muchas han sido las presentaciones que le he oído hacer en el curso de los años, generalmente el día en que llegan y después de la comida. Casi siempre hay caras nuevas; cada uno cuenta sus razones para venir y su propia historia. Con el tiempo, incluso a mí comenzó a darme el espacio para presentarme, otorgándome un lugar como anfitriona. Durante todos estos años he visto renacer a muchas almas. He visto muchas sonrisas; también lágrimas, caminos que se abren, crecer y ver crecer. Unos se vuelven visitantes frecuentes y todavía nos acompañan, otros siguen su camino.
Como anécdota, una vez hace años un muchacho molesto y aislado del grupo llegó a mi casa después de la toma. La puerta estaba abierta y me sorprendió en mi cama, se metió entre mis cobijas. Me decía que lo abrazara y así lo hice. Había perdido a su madre, estaba en su viaje y así lo entendí. Felizmente todo fluyo bien para él y para mí. Con Josema hemos visto pasar mis procesos de separación, duelo, transformaciones y evoluciones personales. Comencé a atender desde lo que se convirtió entonces en mi nuevo hogar dentro de la finca, siempre con la paciencia y la comprensión de Josema. Al principio contaba con un pequeño espacio para cocinar que luego se trasladó a otro y atendí desde un cambuche improvisado hasta tener la cocina que hoy todos conocen. Un proceso similar vivimos con la maloca en la que se reúnen. En los primeros retiros esta tenía piso de tierra, todo era muy primitivo. También fue mi terapia: mes tras mes y año tras año ir removiendo la tierra y pasito a pasito, ir construyendo y mejorando.
Veo a Josema como un ser que tiene el don y el conocimiento que nos da la paz y tranquilidad para poder abrir nuestros corazones en estas búsquedas y navegar en buena compañía. Desde su llegada a El Arca Verde, me sintonicé con el tema entre mis peroles y veo con alegría cómo se afianza esta bonita relación de la que hoy gozamos. Josema siempre me ha dado la confianza para acompañarlos, hasta en las tomas. También tuve mi experiencia, mi propia búsqueda y aprendizajes.
Somos seres en constante cambio, también Josema quien, en sus procesos personales, encontró un amor: a Cata, almas gemelas. Como dice el dicho, detrás de un gran hombre hay una gran mujer (es igual de válido al revés ). Los he visto madurar juntos, como pasa en todas las relaciones: compartir y aterrizar sueños. En 2020 disfruté de la gran creatividad y riqueza que supusieron las charlas que nos acompañaban en las noches. Fueron aprendizajes importantes, lo mismo las minidosis, todo un mundo que me ha servido de compañía en mi camino.
Al pasar de los años hay más conciencia de las búsquedas y de los procesos personales, de querer bucear y encontrar dentro nuestro. Todo ha evolucionado muy rápidamente, Cata es una mujer de hacer, también sintonizada con la sanación, el sonido, la voz, el diseño, el mundo digital. Cata aporta su perspectiva, su mirada femenina y visión particular, otras maneras de acompañar a los caminantes con CoRazón. Con su llegada, desde hace un par de años todo fluye con sorprendente rapidez, los proyectos crecen y florecen, también los buscadores, sus historias, una escuela con sentido, el fruto del amor. Me siento honrada y agradecida de hacer parte de este proceso.
Mariela Peña
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El Arca Verde, Diciembre 2022
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La voz del chela

CHELA, palabra tibetana que remite a estudiante del saber profundo, es quien asiste y sirve a otros durante el Diplomado y/o los retiros. El chela es asistente, saborea el lugar medio entre facilitador y consultante, pudiendo así integrar y aplicar saberes y herramientas transmitidas.
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Hola querida comunidad, quiero compartir con ustedes unas observaciones y reflexiones que he tenido durante el acompañamiento en el Programa MieL, especialmente cuando las personas vírgenes en medicinas sagradas me preguntan: “¿cómo es la experiencia?”.
Responder esta pregunta no es sencillo. Para empezar, usualmente ya venimos con una carga de expectativas impulsadas por el culillo reverente®: una búsqueda profunda, una lucha consigo mismo –talvez con desespero por estar bien–, una pulsión trascendente o aquella fuerza que creemos nos sacará del fondo del hueco. En la mayoría de los casos todo esto se manifiesta en nuestra mente como una serie de imaginarios acerca de la forma que tomará la experiencia.
Estos imaginarios oscilan dentro de un espectro que va desde la idealización, pasa por la actitud de aprendiz y llega hasta la fantasía de lo peor: miedo a salir corriendo desnud@ por El Arca Verde o El Retiro, a quedarse atorad@ en el viaje o enganchad@ a una medicina y no regresar, a que se nos salgan frases imprudentes, un sin fin de imágenes mentales que representan el miedo a la pérdida de control. Por el otro lado del espectro está la búsqueda de una iluminación instantánea o la comprensión del todo, la respuesta exacta a qué debemos hacer con tal tema, la revelación del propósito de mi existencia o la esperada señal del elegido, que son la ilusión de por fin tomar el control de nuestra vida.
Esto se convierte en una desilusión, pues navegamos un barco casi a la deriva y pocas cosas suceden como las imaginamos. Lo que sí es real es que la granDiosa vida sigue y todas las fechas se cumplen. Por consiguiente, al momento de llevarnos la medicina a la boca saltamos del imaginario al aquí y ahora, probando nuestra valentía y capacidad de rendirnos ante la grandeza, dando paso al emerger de otra realidad: una ampliada, sostenida por el contexto PAS (potente, amoroso y seguro). Así pues, el alma manifestándose a través de la mente y el cuerpo habla con sabiduría sobre lo que necesitamos experimentar, más allá de lo imaginable.
Y esto que hacemos en la primera toma es solo un retrato de nuestra cotidianidad, en la que nos relacionamos con el futuro y la incertidumbre de la misma manera: invirtiendo tiempo y energía para crear y resolver problemas en nuestra mente una y otra vez, recreando escenarios ficticios mientras nos envuelven sensaciones de miedo, dolor, ira, tristeza o imaginarios de escape, que suelen derivar en un afán: “tengo que hacer, tengo que hacer y tengo que hacer”.
¡Los pensamientos parecieran tener una fuerza de gravedad que atrae a sus semejantes! Los de miedo traen más miedo, culpa o vergüenza y terminamos construyendo masas de miedos a los que llamo apocalipsis de bolsillo: los cargamos ya enlatados, los sacamos y decoramos desconectándonos de la realidad. Al igual que en la experiencia con medicina sagrada, tales imaginarios apocalípticos nunca o rara vez se cumplen y cuando suceden, no son el fin.
He aprendido que la vida es inimaginable, esto implica que Ella pondrá a disposición soluciones y acertijos que no logramos ni siquiera vislumbrar por estar apegados a imágenes de miedo o ideaciones. Simplemente no tenemos la capacidad de imaginar la vida, pero sí de disfrutarla y estar en el juego. Estar atentos y con la actitud correcta nos ayuda a ver las posibilidades de la vida, las veremos e intuiremos qué hacer por nuestra parte como co-creadores de la realidad. Esto tiene lugar cuando compartimos nuestra experiencia en la fogata, en el círculo de palabra verdadera, en el que tejemos nuevas realidades para uno mism@ y veinte más.
Me atrevería a generalizar que, con suavidad o sin ella, la forma en que se manifiesta este encuentro con el alma siempre está a favor de nuestro autoconocimiento, siempre es una ayuda para resolver los intríngulis del corazón desde un lugar más liberado, es decir, con mayor verdad.
Te invito a mirar hacia atrás amorosamente y verte desde tu primer nivel 1: ¿cómo estabas parado frente a la vida? Y mírate hoy, ¿te das cuenta? ¡Inimaginable! ¡Permitiéndote más verdad, belleza, bondad!, siempre con sus altibajos. Te propongo que esta mirada retrospectiva la abordes como una razón para confiar en la vida.
En resumen, si la pregunta es ¿qué esperar del viaje?, creería que lo correcto es decir: lo que tu alma considere pertinente. ¡Lo cual no da muchas pistas al interlocutor no iniciado! Por lo tanto, para pretender algo un poco más orientador, te diría que –y como invitación a iniciar un diálogo–: al igual que la vida, el viaje es inimaginable, es una cita contigo, en tu cuerpo, resiliente, testigo de tu andar, de la memoria de tu ser y del alma que te impregna y conecta con la granDiosa vida desde tu corazón. Emergerá lo que necesites en ese momento para encontrarte a ti mismo y tu realidad en formas explícitas: memorias, sensaciones corporales que hablan en silencio, conversaciones sabias, percepciones de unidad. Emergerán todas, algunas o a veces ninguna. Así que con certeza te digo que es un paso de fe para seguir cultivando la confianza más importante: en ti mismo que eres encarnación de la granDiosa vida.
Mauro Castro
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Equipo Caminamos con Corazón

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CreArte MieL

Abrazo de la granDiosa vida
Lorena Macchi
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Orbitando sobre la roca del miedo
La roca del miedo es enorme, angulosa, masiva y densa. Tiene su propio campo gravitatorio… Yo la gravito, pero no caigo. Mi cuerpo, mi propia masa tiene también su campo gravitatorio que no me deja caer aplastada contra el miedo. Soy como un satélite, no puedo vagar por el universo, no puedo ser indiferente, no puedo resistir. Pero tengo mi propio poder y este me ha dado vida, me ha dado libertad, me ha dado gozo. Tal vez no soy del todo libre, pero la libertad que tengo no me la concede el miedo, me la concedo yo misma, mi propia masa, mi poder gravitatorio.
La roca del miedo es enorme, es oscura… No la había visto antes. Supongo que siempre la he gravitado… Tal vez, la luna que gravita a la tierra no se sabe atrapada, solamente ve a cada instante su roca, es parte de su ciclo, es parte de su existencia. Así era la roca del miedo para mí, hasta que un día la vi. No sé interpretar lo que he comprendido, puede ser un mundo de posibilidades y me gusta la posibilidad de elegir. No podré escapar de la gravitación, salir volando requeriría una cantidad descomunal de energía. ¿Por qué querría la luna escapar de la tierra? ¿Acaso la luna sueña con vagar libre por el universo? ¿Podrá la luna vagar libre por el universo sin caer en el campo gravitatorio de otro cuerpo masivo? ¿Tal vez otro contra el que choque y se desintegre?… Me pregunto qué tan cierta es la libertad.
Tal vez mi roca del miedo no es un problema, tal vez solo es la naturaleza; el orden de las cosas en el universo está regido por unas leyes, no se trata de obediencia, no se trata de rendición… o tal vez sí. Rendirse a la naturaleza, entregarse, abrir los brazos y fluir, aunque sepa que mi fluir se limita a la órbita de mi roca. Alimentar mi propio poder gravitatorio para que se mantenga muy sana mi órbita.
Claudia Molina
(Texto después de mi primer retiro con M)
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El hombre dividido
Juan Pablo Prado
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Una travesía por el interior
En mi primera experiencia con medicina supe que donde tenía que buscar era en el cuerpo. Ya sabía que el útero iba a ser contenedor de información, mi estómago, porque siempre he sentido que es allí donde se depositan mis emociones; y mi garganta porque es donde siempre me duele cuando tengo un conflicto de cualquier naturaleza.
El primer lugar que visité en ese viaje de julio 2021 fue el útero de mi madre. Me sentí sumergida en sus líquidos, en su vientre, escuchando su corazón y sintiéndola. Allí sentí un terror mortal, un miedo a perder la vida, a morir. No era mi miedo, era el de mi madre. En ese estado de conciencia expandido, mientras lloraba de miedo, vi una X de color rojo. Ahora sé y escribiendo este relato comprendo que este primer viaje psíquico me abrió la puerta para ver la creencia limitante fundamental de mi ser que terminé de descubrir un año después.
Solo después de cuatro viajes psíquicos comprendí que siempre creí que mi vida no la merecía, nunca entendí porque estaba viva, ni sentía ganas de celebrar mi vida. Creía que el amor no era para mí, ni lo merecía. Esta creencia la forjé mientras estaba en el vientre de mi madre, como forma de serle leal, ya que era su creencia.
Mi primer viaje con L fue muy somático, vomité historias de abuso físico, psicológico y sexual de mi linaje femenino. En mi vida actual no he sido víctima de abuso sexual, sin embargo en ese viaje sentía que mi cuerpo cargaba información relacionada con este asunto. Y justamente, indagando en mi historia familiar, descubrí que muchas mujeres habían sufrido abuso de muchos tipos. Además, comprendí por qué con frecuencia sueño que me persiguen figuras masculinas. Cada año tengo pesadillas con persecuciones.
En sesiones de psicoterapia previas a esta primera toma ya había tenido conocimiento de esta información y cómo me afecta en esta vida, pero en ese viaje con L por fin lo sentí en el cuerpo y lo pude expulsar. Fue muy liberador para mí porque salieron emociones reprimidas en mi ser, como la rabia.
En mis veintes tardíos me veía como una mujer “zen”, “pacífica”, “paciente”, siempre le huía a la rabia. No reconocía la rabia en mi a pesar de que muchas veces se manifestó. En mi primer viaje con L salió una rabia asesina que después comprendí que era rabia y odio contra los hombres por los traumas que habían generado a las mujeres de mi familia y a mí misma. Vi la figura de un sacerdote por quien solo sentí profundo desprecio, odio y rabia. Esas emociones fueron evidentes para mí, permitieron que me diera cuenta de lo que no había querido reconocer.
Después de la toma de L, tomé M como medicina, y conversando con otra mujer, esta me dijo: “ya no tienes que ser niña, si sigues siendo niña no le vas a abrir espacio a la adulta”. Este comentario (de la nada) fue alucinante, quedé petrificada porque una persona que apenas había acabado de conocer me había dicho una verdad que yo ya intuía, pero que no había verbalizado (rehusarme a crecer y asumir mi ser mujer, mi ser adulta). Además de este gran descubrimiento, el M funcionó como una especie de antídoto o analgésico para todo el dolor que se había removido el día anterior.
Mi segundo retiro en octubre 2021 me llevo a otra parte de mi cuerpo que sabía que era crítica: mi garganta. Soy mujer de pocas palabras, siempre he sido tímida, sobre todo para expresar mis ideas, mucho más en lo referente a mis sentimientos. En este segundo viaje entendí el poder de las palabras para crear realidades, para tejer relaciones. Son una fuente creativa importante que hasta el momento en mi vida he desperdiciado por pensar que no vale la pena que salga. En este segundo viaje vi la conexión entre pensamiento, palabra y acción. Son los tres elementos de cualquier acción creativa y por ende, hablar es clave para tejer nuevos lazos y realidades en mi vida. Este viaje con L fue muy bello, me ayudó a empoderarme, a confiar en mi; tuve ganas de crear después de este viaje.
El M posterior a esta toma fue muy oscuro, me mostró heridas de abandono y desprotección que tuve en mi infancia porque mi madre no me defendió cuando mi padre me agredió físicamente en varias ocasiones. El M me mostró el vacío que habita en mi pecho, un vacío lleno de dolor que con frecuencia trato de ignorar.
Mi tercer viaje se dirigió a mi ego: para mi es más fácil ver los momentos en que he sido víctima, pero ver y darme cuenta de mis propios errores, cómo me hago daño a mí misma y a los demás, es mucho más retador. Yo sabía que ese viaje tenía que ser para eso, enfrentarme con mi propia sombra. ¡Lo que descubrí!.
Las mentiras que me digo a mí misma para traicionarme a mí y a mi ser amado, mi pareja. Mi arrogancia, soberbia, impulso dominador e hipocresía se hicieron evidentes en este viaje. Verlo fue muy doloroso para mí, cómo en la vida he usado personas, mi deseo de ser justiciera, castigar, vengarme; cómo he ignorado a otras personas, cómo me desconecto de los más cercanos y cómo me abandono a mí misma.
En este viaje me vi como una bruja, lo que fue problemático en un principio porque podía ser alimento para mi ego, alimentar la idea de que “yo puedo curar y salvar a los demás”. Pude darme cuenta de que esos talentos de “bruja”, para transformar, curar y salvar solo los podía aplicar para mí. De la primera que me tenía que hacer cargo era de mí misma y eso fue un gran aprendizaje.
Mi experiencia con la medicina me ha abierto un camino muy esclarecedor, un camino que no siempre es constante. Es retador y a veces siento que retrocedo, que me pierdo en mis adicciones; a veces me desconecto, me alieno de mi realidad porque digerir todo lo que ocurre es difícil. Sin embargo, tengo paciencia, he aprendido a trabajar sobre mi arrogancia y mi soberbia, he aprendido a confiar mucho más en mí; a escucharme, a decir no y a ver mi sombra con mucha más claridad, aceptándola y amándola. Cada vez más me repito la siguiente frase: “El ego puede ser usado al servicio de los demás, en pro de la trascendencia”.
Y el viaje al interior continua…
Susana Vélez
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NOTICIAS Y VARIOS

En 2022 fueron muchos quienes caminaron con nosotros en busca de más belleza, verdad y bondad.
Acompañamos a 724 buceadores en nuestros retiros vivenciales grupales.
Tuvimos:
23 retiros nivel 1
7 retiros nivel 2
2 Maitri
15 grupos familiares, de pareja y casos de grupos especiales.
… sin contar con las terapias individuales que también ofrecemos…
4 ediciones de Cultivando el Correcto Temple con 300 participantes
114 inscritos en el Programa MieL
112 estudiantes en el Diplomado en Psicología Transpersonal
A todos nuestro más franco agradecimiento. Esperamos poder seguir caminando con ustedes y abrir las puertas para que cada vez seamos más buceando en lo profundo de nuestra alma en pos de mayor conciencia y presencia vital.
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Inicia tu año Cultivando tu Correcto Temple
Empieza 2023 y con él, la inevitable proyección mental a futuro, las metas, ilusiones, pendientes y deseos, sean estos materiales, emocionales, relacionales. En medio de las proyecciones y miradas retrospectivas nos perdemos el presente: estar aquí, ahora.
Este año te proponemos iniciar con una meta distinta: alcanzar tu presencia y su infinito potencial en dónde y cómo estás, en ese espacio tiempo vital que habitas ahora.
Acompáñanos durante seis semanas en un programa de minimedicinas acompañado por nuestros terapeutas; con ejercicios, propuestas de integración y compartires virtuales.
ॐ

Voz de tu Vientre (México)
Darle voz a tu útero, vasija de memorias ancestrales, del emocionar materno y de tus propias vivencias, es permitir al torrente de la granDiosa Vida atravesarte.
Es darle voz a aspectos silenciados de tu alma para encontrar tu verdad y renovar tu fuente creadora.
Un encuentro tejido entre mujeres, sostenido por el poder de la propia voz y la Medicina Sagrada.
ॐ
Tiempo espacio en la naturaleza y búsqueda interior

¿Imaginas un retiro creativo, contemplativo y medicinal en una cabaña minimalista, inmersa en el bosque y los sonidos de la naturaleza, junto a un río de agua limpia?.
Hemos puesto a tu disposición una en la finca Cocuyos, El Retiro, Antioquia. Tiene capacidad para una, máximo dos personas acomodadas en una cama doble. Cuenta con una cocina pequeña para preparaciones básicas y la arrendamos por semanas, máximo un mes.
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Red de Indra anteriores
Nuestro proyecto va creciendo con cada nueva entrega de este esfuerzo conjunto. Te invitamos a leer nuestros números anteriores. Sigamos nutriendo esta comunidad en busca de más verdad, belleza y bondad en la vida de todos.
ॐ

Cantorezo
Cantamos desde el alma, poniendo humildemente nuestra voz al servicio de la granDiosa Vida.
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CreArte MieL
Nos encantaría recibir tus prácticas creativas de integración.
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Talleres MieL
Prográmate! Conoce el calendario de nuestros próximos retiros vivenciales con MS.
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Encuesta de Caminamos
Compartir tu experiencia nos permite mejorar y ayudar a más personas
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Podcast
Viaje al fondo del alma.
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