¿Cómo es nuestra relación con el dolor?
El dolor, doler propiamente, es espinoso, y hablar de ello casi es tabú. Queremos gozar, ser felices. Pero el sueño no se cumple. Cada quien duele, a su medida. Nadie se salva. Pero aunque sabido es que todos dolemos, exponer a otros nuestro dolor es traicionar, además de nuestra vanidad, algún juvenil sueño colectivo de placer y disfrute.
Ciertamente nacer duele, el bebé pasa del cómodo útero (independiente del emocionar que haya predominado en el útero materno) al áspero mundo en donde será vulnerado, estará impotente y a merced de otros. La posibilidad de ser herido marca su vida y activa al ego a tratar –fallidamente– de huir de ese estado, como Sísifo y Prometeo, y Sapiens, en el frustrado intento de ganar independencia y control.
La primera verdad de los nobles que nombró Buda cuando despertó dice: Vivir duele. Doler es inevitable; no porque lo haya dicho Buda. Nadie logra evitar doler en su soledad, así como en sus encuentros y desencuentros con otras personas, no importa qué haga ni cuánto invierta en ignorar su dolor. Así que todos dolemos. Nombraré acá tres tipos de dolor que, aunque no van estrictamente atados a la edad, sino más bien a momentos y situaciones de vida, suelen mezclarse y solaparse en todo tipo de combinaciones; y sí marcan épocas, así como también estados de evolución de consciencia.
Dolor dramático: suele venir a causa de actos puntuales, por iniciativa y torpeza propia, a partir de hacer o darse daño a modo de herir, de herirse, insultar, generar conflicto externo, aislarse. Acarrea drama y es muy común durante los vicios (de comida, sustancias, pasiones…) de la juventud. De hecho, como colectivo somos adolescentes. Solemos agregar dolor dramático a nuestra vida –individual, social, mundial– al creer que por vía de la violencia podremos solucionar desacuerdos y que al prohibir algo –moralismo– separamos lo bueno de lo malo. Además de auto agresivo, el dolor dramático cumple la ley de Talión –del más fuerte, del más vivo y pícaro–, una representación de Caín y Abel (adentro y externo). Acá conviene preguntar cuánta mierda o dolor es necesario ingerir antes de acceder a la comprensión de que es posible pasar a explorar niveles menos dramáticos y más sutiles de dolor, a tener batallas más responsables y significativas consigo mismo, lo cual implica hacer propio mucho material de la sombra.
Dolor maduro: es más oscuro y sutil, no tan evidente como el dramático, y conviene ser investigado. Su origen suele ser nuestra actitud (en la psicología budista klesha: postura mental, como no conectar, ser agresivo, mentir), brotada de creencias limitantes (samskaras, como creer que no merecemos, que no damos la talla) que activan dinámicas –demonios internos e interpersonales– que validan la creencia original. Es un dolor más psicológico que conductual, no es tan evidente. Y curiosear cómo es que participo en co-crearlo en mi vida, en mis relaciones y en la vida de otros, hasta discernir su causa en mí, ayudará a (per)donarme algo más bello y bondadoso.
Se trata de que inter-somos. Es decir, al ser nosotros seres sociales, siempre en relación a otros, es en las dinámicas relacionales en donde podremos pillar nuestros dolores maduros. Y sanamos a través de reconocer y de gestionar nuestras creencias e imaginarios limitantes, negociando consigo mismo y en las relaciones significativas, sin eliminar al otro. Es el desafío actual de la humanidad, tan dramática aún.
Dolor sabio: es poco nombrado, más largo e inaudible, y se nos enseña a ignorarlo. Hablo de la soledad, con su arrastre de culpa y tufo de fracaso. Ositos pésimamente lamidos que fuimos de niños. Y no es culpa de mamá –y adultos seguimos siendo, sin ser culpa nuestra–, nos duele la soledad afectiva, aun si hemos aprendido a ser buena compañía para sí mismos. La soledad no se busca: ella solita nos encuentra, a veces nos secuestra. Y hay que dejarse, abrazarla, saborearla, para saberla, saber a qué sabe, hasta hacerla nuestra; sin desespero, en paz con ella en nuestro corazón, de modo que no nos arrastre a botellas sin fondo, a pases y poses de auto agresivo desespero, de importancia o rechazo personal. ¿Cómo amistarla hasta lograr estar en paz y abrir nuestro corazón?
Aun si logramos amistar nuestra soledad en buen grado, duele, pues nos conecta con otro giro más sutil en que dolemos: la nostalgia antológica, tristeza larga, de fondo, que requiere sensibilidad para ser detectada y que en nuestro correr y quehacer extrovertido tratamos con esmero de expulsar y superar. A menudo en efecto parece que hemos logrado hacerla desaparecer de nuestra vida, !Eureka!, en una relación romántica o en un trabajo nuevo en que nos embarcamos, hasta que vuelve y aflora, huesuda bajo cierta insospechada circunstancia.
Ese huir de sí mismo para “poder llegar a ser alguien” que nos enseñaron pues, “ser perezoso y ocioso –botar el tiempo– es la madre de todos los pecados”, plantea un enorme desafío a la hora de sentarse a sentir, a estar presente, a estar en paz. Y es que no sabemos ser sin hacer: subyace una sensación de no ser suficiente, de haber nacido en falta, que se torna en ansiedad, angustia e impulsa a la acción, a llenar el espíritu hambriento que acecha dentro, a huir de la sombra, a querer seguir comprobando algo. Un amigo sesentón recién separado compró un Porche rojo….. No pude más que abrazarlo.
Si quien experimenta esas u otras formas de tristeza, frustración o angustia se permite sentirse y saberse ahí, en eso, e integra a su ser (hace suyo) dichos aspectos difíciles, esa persona aprende paz y poder interior, algo bello, humildad, ternura, saber –de sabiduría–. Es el premio de trabajar con y amistar emociones difíciles, en vez de huirles, ignorar o suprimirlas. Tonglen ayuda. Aprender a estar cómodos y elásticos en esa posición desafiante en que nos pillemos es yoga psicológica y da bienestar.
Incluso en caso de que hayas logrado tus sueños y metas para luego darte cuenta de que eso tampoco te trajo la paz y el bienestar imaginados, te encuentras con tu frustración o decepción, dolor al fin y al cabo. Ningún logro, persona ni hacer subsana nuestro ser. Sería esa una sabia oportunidad para ir más allá de los triunfos, roles y cosas, hacia reconocerte y aceptarte sin condiciones, a la luz de tu ser y no de tus logros. Es el desafío: no deberle nada a nadie, no tener que mostrar nada, ni a ti mismo: poder ser tú en aceptación cada vez más plena de tu ser-siendo abundante.
Pasar de negar o rechazar nuestro dolor a aceptarlo permite establecer una relación más consciente y empoderada con él, es decir con sí mismo, paso vital en el viaje del héroe. Y en camino a estar en paz con nuestro dolor, hasta amistarlo como a un leal consejero, se va aprendiendo a diferenciar el dolor natural en nuestra vida, de esos añadidos mentales que agregamos por vía de imaginar las cosas que la mente nos propone. Cuando la mente toma el timón, vamos de-mentes, pues la mente puede ser un gran servidor, pero un pésimo maestro.
Dada esta condición humana de doler por medio de ignorar y engañarse, agrego que el dolor llega a nuestra puerta por sí solo, como una sombra sigue al cuerpo que la proyecta. Y es conveniente aprender a NO suprimirlo, puesto que es un maestro, un instructor. Tener el coraje para ver qué nos está diciendo enseña, ayuda. Una de las herramientas más útiles que podemos entregar a nuestros hijos y menores es el cultivo de una relación natural, fresca, real y templada con el dolor. Que sean personas fuertes, con capacidad de asumir verdades mayores; no seres frágiles que se engañan, y por ende engañan. No hay mayor religión que la verdad.
Nuestro dolor puede ser un camino a la sabiduría. Nadie se hace grande sin enfrentar e integrar lo que duele. Al discernir qué en realidad es aquello que nos duele podemos construir poder personal y fortalecer nuestra capacidad de cortar eso que no nos nutre ni necesitamos. Y el sabio, además de encarar su dolor, reconoce el de los otros. Se hace compasivo, bondadoso. Cuando dolemos, cuando alguien cerca duele, la pregunta es ¿qué podré aprender de esta situación, de esta condición? ¿Qué trata de decirme? ¿A qué he de morir? Como oí decir una vez en la India: “La pepa de mango germina por donde se quiebra”.
Reconocer y saborear lo que en un momento dado nos duele para discernir qué nos podría estar enseñando puede evitar un dolor posterior mayor. Es decir que el arte de saber sentir dolor puede ayudar a reducir o abortar un dolor peor; ese dolor menor me avisa y señala cosas (relaciones, actitudes, …) no deseadas que conviene saber en virtud del bienestar. Sabido esto, no hay pesar ni lástima al acompañarse ni al acompañar a otras personas.
Amar nuestro destino elegido, nuestra vida, incluso nuestro doler y jardinear el alma para encargarse de sí y lograr agradecer y sentipensar cada vez más bonito, es la máxima postración a realizar en esta granDiosa vida. Esta relación con lo desafiante en la vida incrementa nuestra capacidad de servir, de disfrute y de entrega.
Cierto es que un premio otorgado a quien encara y trabaja hábilmente con su dolor es que incrementa su paz y también su gozo profundo por el simple hecho de vivir heroicamente esta vida.
ॐ
“Si creemos que son las moléculas químicas las que al cambiar el cerebro nos sanan, evidenciamos que creemos ser moléculas químicas. Lo llamo cerebriatría.”
Jyotish
Herramienta

Las trampas del Ego
Temporada 1. Episodio 2
Las tres cajas
Imagina que tienes en tu mente tres cajas: una caja donde metes lo que consideras bueno o la caja del bien, otra caja en la que metes lo que consideras malo o dañino y otra caja donde metes lo desconocido. Esa clasificación la hacemos todo el tiempo con el fin de evaluar la realidad y, de alguna manera, sentirnos seguros. No obstante, en la medida que dejamos de ser niños y comenzamos a creer que conocemos la vida, basados en nuestra experiencia, tendemos a clasificar afanadamente y la caja de lo desconocido se vuelve chica, por lo que terminamos metiéndola dentro de la caja del bien o de la caja del mal.
Cuando una persona incluye la caja de lo desconocido dentro de la caja del bien, lo que le va a llamar la atención y va a considerar bueno, será lo inexplorado; entonces emerge un buscador, una buscadora, porque hay una atracción hacia lo ignoto.
En la medida que esta forma de ver el mundo se especializa es posible que se refleje como una actitud positiva ante la vida, pero también puede pasar que ignoremos detalles o banderas rojas, esto con el fin de mantener lo que apenas estamos conociendo dentro de la caja del bien. Esta actitud puede degenerar en exceso de confianza o una bondad ingenua de la cual otros se aprovechan. Podríamos apegarnos a algo que no conocemos del todo o mantenernos en una búsqueda de novedad que no permite concluir proyectos. La búsqueda de la novedad por sí misma se puede convertir en un escape y alejarnos de nuestros retos. El otro factor importante es que al pasar el tiempo y madurar, habrá cosas que clasificamos como buenas que ya no son saludables para nuestra vida, como por ejemplo, cierta obediencia ciega, elementos míticos de la tradición, falsos orgullos o formas de relacionarnos que en la juventud temprana ¡sirvieron!, pero que en la madurez son un estorbo.
Por el contrario, cuando la caja de lo desconocido está dentro de la caja de lo malo, puede generar una sensación constante de amenaza. Al principio, esta nos ayudará a estar alertas y podría invitarnos a estudiar más, estar más preparados para la vida; entonces el miedo será, en sí, ¡un motor para hacer! Sin embargo, al avanzar en el uso continuo de esta visión particular, empezamos a rellenar la incertidumbre con escenarios feos, espantosos y asustadores, cada vez más y con meras nimiedades que nos roban seguridad en nuestras capacidades. Lo anterior termina creando un imaginario de un mundo más peligroso, que invita a reaccionar como se hace con el miedo: huyendo, paralizado o atacando, es decir, se pierde el gozo y el sentido común. A propósito de esto, hace un tiempo vi el siguiente titular en el periódico:

Así como el excursionista perdió su sentido común, las reacciones que tenemos pregrabadas frente al miedo, a lo desconocido, nos vuelven torpes e inseguros.
Independientemente del lugar donde pongamos la caja de lo desconocido, el camino es inimaginable y muchas veces más amable de lo que creemos, aún con todas sus vicisitudes.
La invitación de hoy es a reconocer la vida como un gran misterio, a sacar y desempolvar la caja de lo desconocido y aproximarnos a la realidad con curiosidad. El afán es un impulso a adelantarnos en el tiempo. Cuando adoptamos esta actitud, creemos que sabemos y clasificamos muy rápido, sin dar espacio a la reflexión.
Para esto sugiero observar tu afán en el día a día y parar.
Fíjate cómo es la postura y sensación de tu cuerpo al estar afanado, haz la mímica; cada uno de nosotros tiene su forma. El patrón de hombros encogidos y un pujo en el abdomen bajo son comunes. Obsérvate y haz la mímica, exagérala y mantente un par de segundos allí, ¡Reconócela! .
Incorpórate lentamente. Pon tu espalda recta, levanta la cara, tira suavemente los hombros hacia atrás y déjalos caer. Vuelve a escanear tu cuerpo y relájate.
Hazlo tres veces, esto con el fin de incluir la actitud afanada en el campo de tu mente consciente y en el día a día. Y cuando surja el afán, ¡para!, y pregúntate si esta actitud es necesaria, pertinente o un robo de energía. Si observas con curiosidad, te percatarás de que el afán termina en la ira (que cree que tiene razón), o la ansiedad (que cree que lo imaginado es cierto).
En lugar de apresurarte, haz bien la tarea que está al alcance, y cómo decimos en medicinas: ¡me entrego y confío! No podemos hacer más .
ॐ
Nos enseñaron a existir, a estar afuera. Ahora, el giro mágico en nuestra vida es ganar la curiosidad suficiente para reconocerse y descubrirse.
Mito

Mito de Prometeo
El mito de Prometeo cuenta la historia de uno que no es Dios ni humano y que roba el fuego a los primeros para ofrendarlo a los hombres. Prometeo se presenta como un héroe transgresor que nos libera del destino impuesto y los límites naturales.
Existen varias versiones del mito, su trama central relata que Prometeo, un titán cuyo nombre significa “previsor”, entrega el fuego al ser humano y con este, el conocimiento y los medios para desarrollar la técnica y aumentar sus posibilidades de supervivencia. Lo hace a partir de un robo y el engaño a los dioses del Olimpo, por lo cual Zeus le impone un castigo: Prometeo es encadenado en un lugar alejado donde un águila le devora su hígado día tras día (como Prometeo es un titán y por ende inmortal, su hígado vuelve a crecer todas las noches y el águila retorna a diario a cumplir su tarea con la que tortura al titán y efectua el castigo divino), y solo podría librarse del castigo si un inmortal consintiese en sustituirle. Finalmente lo libera Hércules al matar al águila y pedirle a Zeus poder dejar de ser inmortal y sustituir a Prometeo.
Prometeo es visto como benefactor de la humanidad y padre de la civilización, ya que le entrega las llaves del progreso gracias al fuego y la capacidad de agenciar su vida sin dependencia divina, por medio de la inteligencia. El fuego es un elemento simbólico que apunta a la energía vital, a la capacidad de creación, y se convierte en lazo vinculante con los dioses a través de ceremonias rituales con fuego. Al entregarle el fuego al hombre, el titán le otorga mayor posibilidad de actuación y poder frente a la naturaleza, acercándolo a los dioses.
No obstante, la transgresión de Prometeo acaba con un orden y trae consecuencias nefastas para él y para la humanidad. Zeus, enfurecido por el engaño de Prometeo, le intenta engañar a su vez, ofreciéndole a Pandora como regalo. Si bien Prometeo no cae en la trampa, sí lo hace su hermano Epimeteo, quien se casa con ella y abre la caja que contiene todos los males que se esparcen por el mundo y separan a los seres humanos de los dioses.
El castigo debido a la desobediencia de Prometeo no solo lo afecta a él sino a los humanos a los que buscaba beneficiar. Bajo esta mirada, que los hombres obtengan el conocimiento, la técnica y poder gracias al fuego no supone solamente un progreso. Acarrea un desequilibrio, la pérdida del orden cósmico, y consecuencias no deseables al sobrepasar límites: la transgresión y rebelión ante el orden protector que limita el acceso al conocimiento.
En Psicología, el Complejo de Prometeo alude a personas que quieren saber y están en una búsqueda de conocimientos que pueden no ser útiles ni prácticos, sino adornos con los cuales mostrarse.
El aspecto luminoso de Prometeo es nuestro deseo de traer luz a situaciones por vía de discernimientos que iluminan para liberarnos de la ignorancia. Ejemplo del fuego de Prometeo es caminar en pos de ganar consciencia sobre creencias e imaginarios que nos son limitantes y poder asumir responsabilidad por nuestras creaciones, sin situarnos como víctimas de los dioses o del destino. Este camino de traer luz a nuestro poder creador y mundo interior es arquetipalmente masculino y requiere una valentía tipo Hércules, quien en el mito reemplaza a Prometeo. Es más fácil no ser valiente. Y cuando la humanidad juega con el ADN, la IA, armas nucleares, viajes espaciales y Neuralink, sin duda está jugando con fuego, para bien y para mal. La propuesta a la que invitan Prometeo y Hércules es usar el fuego para iluminar los cuartos de la casa del alma.
ॐ
Testimonio de una incursión con MS
«Sumarme a este camino ha sido de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. Ha sido un viaje para encontrarme con mi ser de manera consciente. Ha sido maravilloso lo revelado en mi vida, un proceso acompañado, amoroso, seguro, de confianza, con miedos y angustias, con dolor y mucha rabia. Con gran posibilidad de ver en este el camino que quiero continuar Caminando con CoRazón. Los seres con los que me he encontrado en cada retiro han sido maestros para enseñarme a confiar, abrirme, sonreír, y también llorar.»
María Cristina
La voz del chela

Aprendiz del sagrado acompañar,
trae sobre todo tu humilde corazón
Y entra de rodillas en este sagrado lugar,
chela de la granDiosa vida!
Fragmento de la Oración del chela
Tener la oportunidad de servir como Chela ha sido para mi un regalo. Presenciar en primera fila este misterio que no acabo de entender con mi intelecto, pero que mi corazón comprende y en el que confío plenamente.
Me he visto maravillada, atestiguando las conversaciones que me imagino están aconteciendo debajo de esos tapaojos. Viendo las lágrimas rodar por las mejillas, las sonrisas dibujarse en los rostros, los movimientos de esos cuerpos reencontrándose… gestos que reconozco, porque también he viajado ahí, a las profundidades del alma, al encuentro con esa sabiduría divina que habita dentro de cada uno de nosotros, que somos.
Me encuentro entonces sintiéndome centinela, como nos dice la Oración del chela, cuidando esos sueños profundos como a un delicado tesoro que debe ser escoltado, con valentía, y sobre todo, con amor. Sosteniendo con humildad ese encuentro sagrado con la vida que siempre espera nuestro retorno.
Y agradezco desde lo más profundo que la vida me haya traído aquí, a este camino, a ese momento. Que me permita servir y entregar mi corazón que, como dice la canción, “es lo único que tengo”.
Sandra Barreto
ॐ
Testimonio de una incursión con MS
«Me gustaría volver a asistir. Es un ambiente PAS verdadero, y me permitió sanar aspectos de mi ser que no había logrado en otros tratamientos: conectarme con mi vida y hacerme responsable de mí. Volveré a continuar sanando, con más sabiduría que la primera vez. Lo recomiendo a quien quiera iniciar este viaje de autoconocimiento.»
Nathalie Rodríguez

Un día de paseo con Lucy
Camila Orjuela
ॐ
Un día de paseo con Lucy
Morí tantas veces que perdí la cuenta. Morí cada vez que accedí a aniquilar lo que la medicina me pedía matar; me daba cuenta de que mi cuerpo dejaba de temblar y descansaba por unos segundos.
No fue lindo en realidad. No fue lindo matar a mi hijo, a mi esposo, a Dios; acabar con la sonrisa de papá, la mirada de angustia de mamá. En algún punto sentí que era mera crueldad, burla macabra que parecía más bien una especie de tortura, con voces susurrando, todo en rojo y negro, una especie de infierno que no acababa…, parecía que solo era el comienzo.
Luego cuando le pregunté a la medicina a quién más quería que matara, me dijo que disfruto sintiendo dolor, que me encanta cargar el dolor del otro. Me pidió que abriera los ojos y que eligiera a una persona. La elegí y empecé a temblar, a sentir el dolor del otro en mi cuerpo. La medicina se burlaba, y yo le rogaba que parara, que ahora entendía, veía, y que no quería ya cargar lo de otro. Me pidió que eligiera a alguien más, y me recalcó que era para que aprendiera la lección. Seguí temblando, llorando, en un estado de sufrimiento, angustia y confusión.
Escuché a una voz que me dijo que nos duermen. Me preguntó si quería seguir en ese estado: dormida. Llegó a mí la imagen de la película Matrix, la escena del restaurante donde un hombre pide volver a la matrix, que lo vuelvan a conectar. Vi a Kim Kardashian (me rio) derritiéndose, y tuve la sensación de un corrientazo durísimo en el brazo izquierdo (la vacuna del COVID-19), seguido por la imagen de Instagram, también derritiéndose….
A medida que avanzó mi viaje, el hueco en mi barriga se hizo inmenso; no de hambre… de vacío. Un vacío que alivia y calma, aún cuando seguía sumergida en el sufrimiento y me sentía agotada. Sobrevino la pregunta que le hice a Cata: ¿Cómo hago para saber que el azul que tú ves es el mismo que yo veo? ¿Cómo hago para saber que la realidad que percibo es la misma que tú percibes? La respuesta llegó en una sensación de soledad inmensa, profunda, que aún sigo llorando.
Gracias Lucy, gracias. No fue fácil. Fue un viaje desafiante, certero, corporal. Sigo integrando, conversando y dibujando, sigo andando; habitando este cuerpo a veces pequeño, a veces perfecto, y que es mi vehículo para seguir transitando esta vida que no quiero evadir.
Camila Orjuela Serrano
ॐ

Florecerme
Emiliana Rincón Zapata
ॐ
Luces y sombras…
Corazón sombrío, ojos tristes, mirada perdida, dentro de mí laten los golpes de mi alma, tocando para que le abra las puertas de mi corazón y pueda salir a la luz.
Ella quiere estar, quiere ver, quiere ser la que me guía; ella sabe, ella está. Solo espera paciente a que mi remolino de inseguridad se aquiete, se dulcifique, se apacigüe y, suave y amorosamente, atraviese esa pequeña puerta. Mi alma se cuela por entre las rendijas, me ilumina, me llena; se posiciona en mi ser. Me dirige, me muestra el sentimiento de quién soy en realidad; deja ver esa luz que siempre ha estado, que me mantuvo expectante, aquietada. La había negado por la carrera que supone ver solo sombras que sí, sí las hay; sí hay oscuridad, sí soy dual, estoy aquí, en 3D.
El amor y el consuelo no son para las almas, vienen del alma para el cuerpo y la experiencia humana. Mucho he leído, mucho me han dicho o he escuchado. Todos estamos conectados. El poder que me creó y dio cuerpo a mi alma para tener experiencias humanas está en todas partes. Está en mí y soy yo; tengo poder de creación –pide y se te dará.
Durante muchos años estuve atada al miedo. Hoy soy libre. Hoy sé que existe un poder superior, la energía divina que todo lo crea y es amor. El amor me hace libre, el amor anida en mi corazón, lazo indivisible con el universo. La energía de amor es la verdad, es mi esencia y la de todos y cada uno de los humanos y seres del planeta. Soy amada y soy amor, soy observada y soy observador. Estoy aquí y allí, en todas partes y todo cuanto me rodea también existe en un universo más grande que todo lo que puedo imaginar.
He sido sanada en cuerpo y espíritu. ¿Qué ha sido mi sanación? La conciencia de mi misma, de quién soy y quiénes son todos. Tengo y soy una parte del todo, igual que los demás. También ellos están conectados, son parte de mí, y yo soy de ellos. Mi vibración de frecuencia ha cambiado; he tomado el camino de la consciencia, estoy en una frecuencia diferente. Aparecerán en mi vida personas que vibran igual a mí en la misma sintonía, y tendremos entendimiento del todo. Solo siento, siento lo que soy, aprendiendo, despertando consciencia…
Avanzo, avanzo, no me quedo en lo mismo. Soy más que la información que ya traía. Avanzo, indago, campo cuántico, universo sin límite. Soy cada una de las partículas del universo; el espíritu experimenta cada emoción, sentimiento, pensamiento en mi cuerpo. Cada átomo y partícula está viva; en ellas hay campo cuántico y yo estoy ahí, dentro y fuera, los siento.
A través de mi cuerpo vive el espíritu, vive dentro, fuera y en el cuerpo, cada órgano con profunda inteligencia; cada gota de agua, una neurona, cada conexión, nervio. Cada ser humano tiene la capacidad de sanar con facilidad; está en la consciencia, en lo que somos –parte del todo–, la sopa cósmica, parte de la luz del cosmos, del agua. Hay sanación espontánea y ya lo hice, no me devuelvo. Esos pensamientos y dudas ya no me alcanzan. No temo, cada vez se irán esfumando en el éter, sin más influencia sobre mí porque son de la vieja energía; obsoletos, no sirven a mi bien. Ya caducaron, quedaron larvas, gusanitos en mi mente, sin más poder del que tienen.
Avanzo, no es fe; es convicción, certeza, lo estoy viendo. Mi espíritu me ve y mi cuerpo también. Cada partícula de mi cuerpo ve y siente al espíritu. Están ahí, se mueven, ven, experimentan; me avisan a través del cuerpo para que adopte correcciones. Él-Ella es el espíritu que me habita y me está diciendo que no sienta carga. Esto hay que vivirlo; soy acompañante, testigo, testimonio.
Falta algo aún. He de tener paciencia, no es una carga, es un momento de vida importante para mí; soy consciencia en la materia, tengo mucho que hacer y vivir, a su tiempo. Los tiempos son perfectos, el cuerpo no comprende y le cuesta soltar. Suelto la carga y soltaré al fluir con mi cuerpo. Ello me dice: avanza, relájate; falta poco, no desesperes; aprovecha los momentos, no estás estancada. Es tan llamativo todo lo que me espera que quiero todo ya, pero he de esperar; el tiempo vendrá.
Suelta. ¿Cómo puedo soltar?
Viendo, observando, comprendiendo, siendo sabia en amor. Amando suelto. Aprendo de mi proceso; me va a servir en adelante. Estoy adquiriendo consciencia del transitar del espíritu experimentándose a sí mismo. Aprendo de este proceso, lo miro a los ojos, es material de consciencia pura del trascender. Miro el proceso en mi cuerpo y en el tuyo, a mi alrededor, en el colectivo. Es especial, se me está dando para que aprenda y vea la majestuosidad de la muerte y el alivio de celebrar la partida. Aprendo y suelto; no caigo en la arrogancia de decir que ya sé o creer que ya lo aprendí todo.
No desespero, vivo el instante. Todo pasará y estaré en otro lugar; no me voy a quedar allí. Esto es una estancia pasajera, mi lugar está en otro lado, viajaré. Todo me fluye fácil y amorosamente. Soy bendecida con estos aprendizajes que me preparan de manera sólida para lo que viene.
Carmen Elisa Tibamoso
Retiro La voz de tu vientre
ॐ
La mejor actitud hacia el viaje psicodélico NO es buscar algo.
Más bien entrégate, confía en la sabiduría de lo inconsciente.
Recibe lo que se te muestre y acéptalo.
Relatos del alma

Samsara
¿Qué pasa cuando no puedo poner mi voz? me lo pregunto en serio y no tengo una respuesta clara. Sé que es miedo, pero no logro saber a qué exactamente; sospecho que a no ser amada, porque al fin y al cabo ese siempre ha sido el miedo. No ser amada es el miedo fundamental, sin embargo, siento que se me escapa un detalle. Quizá es mi mente que batalla por una respuesta con la cual pueda hacer algo, con lo otro solo queda el amor propio, y a veces parece más complejo que eso…Tal vez sea miedo a no ser amada por alguien en particular, alguien a quien siento que no puedo llegar… No siempre es un hombre, más bien ha sido alguien que no se parece a mí y a quien temo desbordar, o por quien temo no ser comprendida, para quien puedo resultar inadecuada, y entonces me niegue su amor.
Rebujo un poco más y me encuentro otra vez con el deseo. Mi voz se apaga cuando aparece la combinación fatal entre deseo e imposibilidad… lo pienso mejor y me doy cuenta de que la imposibilidad es una tara, un asunto que se muerde la cola. La imposibilidad, en el fondo, es la falta de poder, y la falta de poder es al final la falta de voz, o la voz que no es capaz de conjurar, es decir, que no es capaz de decir lo que quiere; que piensa que dice una cosa que al final suena a otra y por el error, la magia no se produce. Y entonces no sucede lo que se desea que suceda, y así, la falta de voz es, en realidad, la falta de creatividad. Tal vez sea eso, miedo a no ser capaz… ocultar la voz por miedo a distorsionar la creación, miedo a errar en la creación, miedo a desear tanto y no saber cuál es la voz que lo conjura y terminar con un monstruo entre las manos. Entonces cuando no hablo –o por lo menos no con voz verdadera– es porque temo a la imposibilidad de mi creación y callo. Y al callar la imposibilidad se vuelve el engendro que me hace temer a mi voz, un asunto que se muerde la cola.
Ana Lucía Cárdenas
Ejercicios sobre la voz
Voz de tu vientre
ॐ
Voz de tu Vientre, Minca – noviembre de 2023
ॐ
Cuando niegas lo que la vida te pone en frente, cierto deseo de muerte brota de subproducto, pulsión de muerte que se nutre de negar lo que la vida trae y exige.

Frutos de Caminamos con Corazón a partir de junio –a anunciarse pronto–
Incursión sentida en el Territorio Masculino
Invitación abierta a hombres y a mujeres que deseen curiosear e investigar de qué trata y a dónde apunta la energía masculina.
Teoría y práctica sobre las formas que este poderío arquetipal surte y despliega, así como las maneras para honrar y cultivar en nosotros cada uno de los cinco arquetipos masculinos centrales, en su luz y en su sombra.
Duración de 6 meses
Periodicidad: 2 webinar de 2 ½ horas al mes.
ॐ
Curso para ejercer una buena Psicoterapia Transpersonal, con supervisión de casos
Acompañar a personas en su laberinto y viaje del héroe es una labor preciosa, una gran responsabilidad que exige arte y ciencia. Este curso será una transmisión de mapas, herramientas y saberes de ayuda desde:
el modo femenino: arte de la presencia y buena escucha;
el modo masculino: arte de la pregunta y palabra acertada
Duración de 18 meses
Periodicidad: 2 webinar de 2 horas al mes, uno de clase y otro para estudiar casos.
NOTICIAS Y VARIOS
Próximos retiros

“Desde Maitri me siento regulada a nivel nervioso, sin episodios de ansiedad. Logro observarme en calma, pillar mis estrategias y patrones de pensamiento. Identifico la fuente de una activación y la regulo a tiempo. Disfruto más la vida y, lo más importante, me siento increíble y a gusto habitándome.”
Adriana Buchelly
ॐ


Pronto iniciamos II cohorte de nuestro Diplomado en Psicología y Psicoterapia Transpersonal
A principios de abril abriremos las puertas de nuestra plataforma a un nuevo grupo de estudiantes que tienen la curiosidad y valentía para investigarse a sí mismos y adentrarse en las profundidades del alma del ser humano, con miras a adoptar un enfoque transpersonal y el paradigma participativo vigente.
Damos la bienvenida a quienes se suman a esta labor de indagar sobre nuestra esencia, propósito y naturaleza. Si todavía no te has decidido, aún estás a tiempo para hacer parte de esta formación que construimos cuidadosamente, de la mano de profesores calificados y terapeutas con amplia experiencia en el estudio de los diferentes estados de la consciencia.
A los estudiantes de nuestra primera cohorte, tal como les anunciamos previamente, les estaremos invitando a participar en la clase virtual de cierre de cada módulo, el último martes de cada mes, para hacer ejercicios grupales y atender preguntas e inquietudes sobre el módulo anterior.
Si quieres más información sobre el diplomado, ingresa aquí:
Red de Indra ahora trimestral
El contenido de Red de Indra nutre espacios, reflexiones y compartires de valor y queremos que puedas apreciarlo detenidamente. Por eso hemos decidido entregar esta Red trimestral.
Esperamos siga siendo un complemento para tus días y un espacio al cual recurrir en busca de relatos y herramientas para caminar este viaje de héroe que tenemos la oportunidad de compartir.
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Caminamos en Instagram
Queremos tener viva la conversación, entretejer redes de consciencia y nutrir este vínculo. Decidimos dar un salto e incursionar en otras vías para llegar a más personas con interés en explorar la casa del alma y sembrar más verdad, belleza y bondad en su vida.
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@caminamosconcorazon
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Cantorezo
Cantamos desde el alma, poniendo humildemente nuestra voz al servicio de la granDiosa Vida.
ॐ

CreArte MieL
Nos encantaría recibir tus prácticas creativas de integración.
ॐ

Podcast.
La clínica psicodélica: conversaciones sobre caminos de vida
En este podcast, el periodista y psiconauta Jorge Caraballo sostiene una charla con Josemaría en la que indagan en la historia de vida particular que llevó a Josema del ciclismo al estudio de filosofía y religiones, hasta aterrizar en el quehacer como acompañante de procesos terapéuticos con medicinas sagradas.
Con osadía y entrega, Caraballo se abre a compartir la encrucijada personal que enfrenta para que Josema ejemplifique su destreza, esa mirada perspicaz y manera de abordar al consultante para mostrarle de qué hilos halar para ganar consciencia y jardinear su alma.
ॐ
